moviment conscient


momentos de las sesiones











En septiembre, empezamos de nuevo las sesiones. No hay que inventarse nada, quizá más bien ir dejando que emerja lo que ya está ahí, ir silenciando el ruido, ir abriéndose a la escucha …  con curiosidad, con paciencia y un toque de humor!




Vamos  llegando, abriéndonos al sentir. Tomándonos el tiempo necesario, sin prisa. Despertando las sensaciones en nuestro cuerpo. Desde algo sencillo, palpable:  El peso de mi brazo, de mi pierna, lo siento, lo sostengo, y luego  lo acompaño hasta el reposo …   Ahhhhh Algo respira en mi más profundamente  cuando me siento sostenida.   
Siento el movimiento de mi vientre, como un oleaje. Me adentro en él voy despertando la presencia de la pelvis, me ayudo con las manos, toco , siento, acompaño, invito. La conexión con las piernas, mis caderas se van moviendo y voy dejando que el cuerpo encuentre el camino.  Por un rato nos acompaña una música, encaja en el puzzle que se va creando, nos ofrece una pulsación, percusión  a tierra y un sonido sostenido a veces de flauta o de cuerda que nos lleva a una vibración expandida, aire. 


El gusto de sentir a tierra que nos sostiene, la posibilidad de irnos confiando, soltando, el espacio que nos acoge, nuestro espacio interno y ese lugar dónde se borra la frontera, adentro/afuera. Espacios de sentir, acogiendo lo que llega, acogiéndonos.






 movimiento consciente – incios de curso  - segunda entrega 


A veces es una palabra, una frase, algo que ronda y resulta ser hilo conductor … “ tenues hilos” como los llama Robert A. Johnson, que van sugiriendo camino, invitando … y  lo cito doblemente porque para  seguir nombraré  uno de sus libros que me ha acompañado, inspirado y guiado este verano:  “El equilibrio entre el cielo y la tierra”, donde se relata su viaje personal, su aventura entre los mundos , el encuentro con sus maestros y cómo esos  “tenues hilos” lo han estado guiando durante toda su vida.   De este pasé a otro y otro, pero esta sería otra historia.


Me quedo con las pistas que he ido siguiendo este mes de septiembre en este ir volviendo a la actividad,  a las clases, a retomar los grupos. La guía subterránea, parece susurrarme “ entre el cielo y la tierra”. No lo sabía a priori,  lo voy sabiendo a medida que algo se va construyendo y puedo ver la forma de lo que va dibujando.

Desde lo palpable a lo sutil. Abriéndonos a sentir, con actitud atenta y curiosa, acogiendo. Sintiéndonos soportados, acompañadas, confiando, permitiendo …  Creando un espacio protegido dónde explorar y compartir …  Desde algo muy concreto, palpable,  nuestro cuerpo,  con movimientos simples, alternando la quietud y el movimiento …  haciendo más permeable el  dentro y el fuera ….  


Y en el día a día en este intercambio continuado que es el trabajo en grupo, aparecen pistas que son un regalo, así como caídas del cielo, o nacidas de la tierra, quien sabe?









En la sesión de movimiento consciente hemos estado explorando nuestra flexibilidad. 
De pie y tumbados, en quietud y en movimiento. 
Dónde me siento más flexible? Dónde lo estoy  menos? 
Voy llevando mi atención suavemente o  el contacto de mis manos allí donde siento más flexibilidad,    saboreamos estar ahí, con curiosidad    
puedo llevar mi atención también allí donde estoy más apretada, donde no me siento tan flexible o incluso nada flexible, puedo llevar esa misma mirada atenta y curiosa?
                                           y seguimos ....

Exploramos también, una vez más! la relación con el soporte …    este dejarse sostener,  acaso algo en mi respira un poco más espaciosamente? acaso hay alguna relación entre permitir el soporte y la flexibilidad? 
                                            y seguimos ....